sábado, 26 de marzo de 2011

Fernando Pessoa y sus heterónimos

Fernando Pessoa (1888-1935), es uno de los mayores poetas y escritores de la lengua portuguesa y de la literatura europea.  Dedico gran parte de su vida al periodismo, la publicidad, el comercio y, especialmente a la literatura. El autor publico gran parte de su obra bajo varias personalidades conocidas como heterónimos. Entre sus personajes más conocidos destacan: Alberto Caeiro, Ricardo Reis y Álvaro de Campos. A contuniación, se hace una breve descripción del estilo poético de cada uno:


Alberto Caeiro, el «mestre»

Alberto Caeiro, nacido en Lisboa en abril de 1889, es considerado el “mestre” en torno al cual se determinan los otros heterónimos de Fernando Pessoa, se presenta como el poeta de las sensaciones y de la naturaleza. Su poesía es representada desde un punto de vista primitivo y  captando el estado puro de la naturaleza y del propio hombre. Es el poeta de la simplicidad completa y de la clareza total. Detractor de la metafísica, afirma que debemos “aprender a desaprender” liberándonos de todo aquello que nos limite captar las cosas de forma clara y concreta.

Caeiro ve la realidad de una forma objetiva y natural, sin necesidad de profundizar en la existencia de los elementos. El “mestre” considera que es necesario aprender a no pensar, “O pensamento é uma doença dos olhos”, ya que las ideas y los conceptos nos privan de sentir y por tanto, de vivir.

El poeta, promueve una visión del mundo a través de los ojos de un niño, una mirada inocente y simple que describe la realidad tal y como es sin cuestionarla. Su poesía invita al lector a  contemplar la naturaleza guiándose  por los sentidos y descubriendo cada elemento a través de las sensaciones que nos producen.  Alberto Caeiro, acepta el mundo tal y como es, de forma tranquila, sin necesidad de dar explicaciones simplemente sintiendo. Rechaza cualquier tipo de explicación filosófica de la existencia, y afirma que conoce las Verdad de las cosas porque no las piensa “Com filosofia não há árvores, há ideias apenas”. Caeiro, es el poeta del presente, lo concreto e inmediato, no le interesa el pasado ni se preocupa por el futuro.




 
Ricardo Reis, el dominio de las emociones


Ricardo Reis, nacido el 19 de setiembre de 1887 en Lisboa, estudió en un colegio jesuita donde recibió una formación clásica y latinista. regida por principios conservadores. Médico de profesión, conservador y con tendencias monárquicas, hecho que lo llevó a vivir emigrado algunos años en Brasil. Reis es el heterónimo que más se aproxima al creador, tanto en el aspecto físico como psíquicamente. 

Discípulo de Caeiro, Ricardo Reis se identifica con la época neoclásica, recurriendo a la mitología grecorromana en busca de la perfección divina y la belleza clásica. Su forma de expresión encuentra referencias en el estilo refinado de los poetas latinos, al mismo tiempo que afirma que debe de haber, en el más pequeño poema, cualquier cosa donde se note que existió Homero. 
En sus poemas, Reis crea el equilibrio perfecto entre el placer de las emociones y la razón. Para el autor, el placer debe ser controlado de forma disciplinada por la racionalidad. De este modo, el hombre no sería gobernado por los instintos. Es el control de ese deseo insaciable el que nos aparta del desasosiego y nos aproxima a la harmonía entre cuerpo y alma.  El poeta aconseja la búsqueda de la felicidad con serenidad y tranquilidad, entendido como ausencia de perturbación del espíritu. El hombre debe aceptar su destino, manteniendo una lucha constante y moderada con todo aquello que amenace su sosiego. 

Su poesía transmite ese deseo por el equilibrio, estabilidad, regularidad y formalidad. En cierta medida, Reis llega a ser contrario a Caeiro basándose en un sensacionismo de carácter reflexivo, donde las emociones son controladas por la razón. Inspirado por la filosofía de Carpe Diem, invita a vivir cada instante como si fuera el último suspiro. Este camino para encontrar la felicidad no conjuga verbos en pasado ni futuro, sino en el aquí y ahora.


Álvaro de Campos, prisionero de la rutina

Álvaro de Campos, nació en 1890 en Tavira y es ingeniero de profesión. Estudió ingeniería naval en Glasgow y dedico parte de su vida a visitar oriente. Desilusionado con su viaje, decide regresar a Portugal para encontrarse con el maestro Caeiro. En el triangulo heterónimo, Campos se encuentra en el lado opuesto a Reis. Es representado como el poeta de la modernidad que describe las sensaciones de movimiento y energía. Sujeto a la civilización industrial y mecánica, vive inmerso en un mundo de avances tecnológicos que revolucionan la sociedad y las formas de producción. Campos es un entusiasta del progreso técnico. Al igual que “el mestre” se aproxima al sensacionismo y afirma que la sensación es la única realidad. Por otro lado, a diferencia de Caeiro, Álvaro de Campos se distancia del objeto en sí para centrarse en el sujeto y a su ansia por sentir.  

Su poesía se caracteriza por una cierta violencia y agresividad, así como la tendencia a la exclamación y la exageración mediante la hipérbole. Busca en el lenguaje poético, exprimir la energía o la fuerza que se manifiesta en la vida.  El poeta se abre camino por la conciencia de lo absurdo, la desilusión, el inconformismo, el desgate y la fatiga del hombre preso de su rutina. Nostálgico y pesimista, Campos considera que la felicidad se pierde después de la infancia, porque una vez disipada a condición de “no consciencia”, el hombre, dominado por las necesidades contemporáneas, es absorbido por una espiral perversa e irreversible. En resumen, la felicidad sólo se alcanza en un nivel de inconsciencia.

viernes, 25 de marzo de 2011

Origen de la tipografía

La escritura es un reflejo de una época. Nace en unas condiciones socioculturales, tecnológicas y  económicas determinadas y se transforman de acuerdo con los procesos de mecanización.  Es por este motivo, que la evolución de la escritura fue un proceso ligado a la práctica comercial y a la necesidad de representar elementos naturales y actividades cotidianas.
En los primeros signos de escritura, cada dibujo representa una idea, un concepto u objeto. A la vez, estas representaciones denominadas pictogramas, se combinan entre ellas para transmitir ideas más complejas. El primer pictograma del que tenemos constancia es una tablilla en piedra caliza hallada en la antigua Mesopotamia en la ciudad de Kish (Babilonia) fechada en el 3.500 a.C. Estas tablillas, se utilizaban para representar bienes y unidades de tiempo empleado en el trabajo.


Posteriormente, los sumerios considerados la civilización más antigua del mundo, desarrollaron ideogramas (símbolos que representan ideas asociadas menos concretas). Este sistema,  fue desarrollándose hasta dar lugar al sistema cuneiforme sumerio de escritura, basado en sílabas que imitaban el lenguaje hablado.
La escritura cuneiforme tiene origen alrededor del 2800 a.C. y está  considerada como el primer alfabeto. El proceso de escritura, consistía en imprimir las letras  sobre tablillas de arcilla húmeda, usando un tallo vegetal biselado en forma de cuña, de ahí el origen de la palabra cuneiforme. 

De esta época, datan multitud de tablillas que contienen textos económicos, religiosos, poéticos, y legales, así como el famoso código de Hammurabi, uno de los documentos jurídicos más antiguos que existen. Finalmente, la escritura cuneiforme se convirtió en un sistema de escritura de propósito general para los logogramas, las sílabas y los números.



Hacia el 1.500 a.C.,  se desarrollaron en Egipto tres alfabetos: jeroglífico, hierático y demótico. De ellos el jeroglífico, basado en 24 símbolos consonantes, era el más antiguo.
La escritura fue muy importante para mantener la cohesión del Estado egipcio. Sin embargo, la alfabetización se concentraba en una élite educada de escribas. El aprendizaje del sistema jeroglífico  era muy complejo y  aumentaba su dificultad a medida que se añadían más signos.



Los fenicios adoptaron el alfabeto egipcio en el 1.000 a.C. Poco después, fue adoptado también por los hebreos y los arameos, sufriendo con el tiempo una evolución propia en cada una de estas culturas.
Así mismo, el alfabeto fenicio fue también adoptado por etruscos y griegos, y de ellos lo fue por los romanos, que en el siglo I ya manejaban un alfabeto prácticamente idéntico al actual, a falta de la J, la W y la V.

El Imperio Romano fue decisivo en el desarrollo del alfabeto occidental. Su dominio era también una cuestión cultural, por este motivo desarrollaron  un alfabeto formal, realmente avanzado, y lo difundieron por todo el Imperio conquistado. Fue entonces, cuando muchos territorios que tenían su propio lenguaje pero no contaban con un sistema propio de escritura, adoptaron el alfabeto romano o latino.

La escritura romana se conoce a través de inscripciones y papiros, los primeros caracteres trazados sobre piedra, metal terracota y tablillas de cera, se ejecutaban mediante cincel, pincel o pluma. La escritura adoptó tres estilos fundamentales:
Quadrata: Este tipo de letra, también conocida como mayúscula monumental,  eran letras mayúsculas cuadradas romanas, originalmente cinceladas en piedra, utilizadas en la escritura formal del Imperio. Su nombre deriva de las dimensiones de sus letras que tienden a ser de la misma altura y anchura, como si estuvieran inscritas en un cuadrado y todas ellas derivan de formas cuadradas, circulares y triangulares.
Es en este estilo que aparece por primera vez la serifa (pequeños adornos ubicados en los extremos de los caracteres tipográficos). Según Edward Catich, autor de The Origin of the Serif en 1968, la icorporación a la serifa se relaciona con el proceso de grabar en piedra las letras que serian señaladas  primero a golpe de cincel, colocando esas marcas para indicar el final de línea. 
Rústica: utilizada en versiones menos formales y más rápidas en su ejecución. La caligrafía mayúscula rústica tiene una forma similar a la anterior, pero menos rígida y rectilínea, debido a que fue concebida para escribir con pluma y tinta sobre papiro o pergamino en lugar de ser grabada como las mayúsculas cuadradas. Sus letras son más estrechas, más altas que anchas, comprimiéndose más para aprovechar el espacio. En las mayúsculas rústicas hay más líneas curvas y algunas tienen trazos que rebasan inferiormente a línea base, a diferencia de las mayúsculas cuadradas. 
Cursiva romana: su caracyerística principal es la inclinación de las mayúsculas.  Esta    forma de escritura, era usada para el día a día por ejemplo para las cartas, para las        cuentas comerciales, para la escritura en las escuelas y algunos de los decretos del emperador.
Como podemos ver, gran parte de nuestras tipografias son un legado de la unificación del imperio romano y el alfabeto latino. Así como la importancia de la serifa y la cursiva. Actualmente, en las imprentas tradicionales, las tipografías con serifa,  están destinadas para grandes cantidades de información, debido a que comúnmente se cree que son más cómodas de leer que las tipografías sin remate. Las paloseco se usan para pequeños extractos de texto y para aquellas ocasiones en las que se requiere una apariencia más informal que la apariencia seria de las tipografías con remate. Los tipos paloseco han comenzado a reemplazar a los tipos con remate en encabezados para lograr una apariencia 'más limpia'

miércoles, 23 de marzo de 2011

Práctica 1

Los diseños mostrados a continuación intentan plasmar visualmente la composición musical la fée de la cantante francesa Zaz. Para ello, se ha tenido en cuenta los elementos de Comunicación visual así como el ritmo frenético de la música, el timbre femenino de la cantante, la sensación de vibración y la alegría que transmite la canción. La múscia escogida se caracteriza, entre otros aspectos por su rica complejidad armónica y melódica así como por su harmonía rítmica de los diferentes instrumentos que se van incoporando a medida que avanza la melodia. 



Los colores utilizados son naranja, verde, amarillo y fucsia. El naranja es cálido, estimulante atrevido, simboliza la energía y el entusiasmo; el verde es exuberancia,  simboliza frescura y alegría; el amarillo, color de la luz,  es jovial y ácido. Simboliza la alegría; el rosa fucsia es el color femenino, cálido, simboliza distinción, luminosidad y frescura. Combinado con el verde transmite cierta sensación vibrante.

En cuanto a las formas usadas tenemos en primer lugar los círculos representando la infinitud, la calidez y la protección como afirma D. A. Donis. En segundo lugar, las líneas amarillas transmiten la sensación de profundidad y movimiento tal y como expresa la canción empezando con pocos instrumentos e incorporando más a medida que avanza. La textura, transmitida por el color verde (frescura), aparece en forma de espirar para crear esa sensación de movimiento de vibración junto con el fucsia de las “estrellas” sugeridas por la combinación de puntos y líneas. Las técnicas de comunicación visual utlizadas son principalmente profusión (para trasnmitir enriquecimiento sonoro) y secuencialidad (para transmitir ritmo). Sin embargo, la técnica de asimetría que en un principio quise incluir en el diseño se quedó en un segundo plano, ya que preferí optar por una coposición en la que los elementos se disponen de forma circular para transmitir sensación de movimiento. Finalmente, los programas utilizados en la creación fueron Macromedia Freehand y Photoshop.

sábado, 19 de marzo de 2011

Técnicas de Comunicación Visual

Una vez seleccionada la canción y identificados los elementos básicos de comunicación audiovisual, nos queda escoger que técnicas vamos a escoger para realizar el diseño. Para esto, es importante escuchar con atención la música, cerrar los ojos y dejarnos llevar, anotar que nos transmite e intentar describirla:

La canción La Fée de  Zaz, empieza con una batería que marca un ritmo que se repite a lo largo de la partitura. A medida que avanza la música, se van añadiendo uno a uno los instrumentos (piano, bajo, instrumentos de viento…) que junto a la voz sensual, delicada y femenina forman una composición profusa y compleja. Cada uno de los elementos interviene marcando un ritmo individual que hace que la música avance en un conjunto perfecto.

En primer lugar, considero importante destacar la sensación de ritmo que transmite la canción, un padrón que se repite a lo largo de la partitura. Por este motivo, considero que la técnica de comunicación visual que se adecua mejor para representar esta regularidad es la Secuencialidad.

Por otro lado, la sensación de movimiento está también presente desde el principio de la canción con la introducción del piano y los sucesivos instrumentos. En este caso, considero oportuna la Asimetría como técnica para transmitir por un lado, la idea  de emoción presente tanto en la voz como en los instrumentos perfectamente coordinados; por otro lado, para transmitir la sensación de movimiento y complexidad.

Finalmente, llama la atención como a medida que avanza la canción, es cada vez más rica en ritmo, tono y timbres. Los instrumentos se van añadiendo a los pocos e intervienen cada uno con una sinfonía de forma coordinada hasta lograr una  composición profusa y compleja. Para transmitir esta sensación de enriquecimiento sonoro, poder y riqueza considero que la técnica más adecuada es la Profusión.

Profusión
Secuencia
Asimetría

jueves, 17 de marzo de 2011

“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.” Jean-Jacques Rousseau

Memoria Fotográfica:

Observando nuestro entorno, podemos intentar mirar hacia el mundo descomponiendo la realidad en aquello más simple y elemental. Parece algo difícil por nuestra ya acostumbrada forma de percibir las cosas como un todo sin necesidad de fragmentarlas para identificarlas, pero con un poco de esfuerzo parece que todo va cobrando sentido. En este ejercicio mental y visual, de poco nos sirve nuestra experiencia, tan sólo necesitamos invertir nuestra lógica y mirar hacia nuestro alrededor identificando los elementos básicos que lo componen. Tal y como explica D. A. Dondis en La Sintaxis de la Imagen, cuando diseñamos “[…] la sustancia visual de la obra se extrae de una lista básica de elementos. Y no hay que confundir los elementos visuales con los materiales de un medio, con la madera, el yeso, la pintura o la película plástica. Los elementos visuales constituyen la sustancia básica de lo que vemos y su número es reducido.” 

A continuación, expongo el material fotográfico que he ido recogiendo durante el proceso de realización de la primera práctica. Si prestamos atención durante paseo u observando  los objetos  que disponemos a mano, nos damos cuenta de que somos capaces de identificar los elementos básicos de la comunicación visual que existen en nuestro alrededor:

Punto

 
Línea

Color

Tono

Textura

Escala

Dirección

Dimensión

Movimiento

Música, "el arte de las musas"

La primera práctica de la asignatura, consiste en seleccionar  una música y realizar dos diseños (uno en formato cuadricular  y otro circular) sobre lo que la canción nos sugiere y, utilizando los elementos básicos de la comunicación visual. A continuación, expongo la música seleccionada:

Canción: La Fée
Autor: Zaz

martes, 1 de marzo de 2011

Teoria de la Gestalt: La percepción de la forma

Cuando analizamos una imagen o simplemente la observamos, somos capaces de diferenciar a simple vista una figura del fondo. Este proceso tan rutinario, tiene que ver con  nuestra percepción, es a decir, en cómo asociamos o segmentamos los diferentes elementos que aparecen en nuestro campo de visión, o los diferentes estímulos que percibimos. El estudio de los factores relacionados con el agrupamiento y la segmentación perceptiva se inicia a principios del siglo XX en Alemania en  la famosa escuela de psicología Gestalt. El término Gestalt proviene del alemán y se traduce generalmente como "forma". Esta escuela, cuyo nombre significa “forma” en alemán, basa su estudio en la percepción de la forma. Concretamente, su pensamiento se basa en la noción de totalidad como elemento básico del conocimiento perceptivo. Consideran que la experiencia es la conciencia perceptiva de una totalidad, o una Gestalt, e insisten, no en el análisis de elementos, sino en la organización de estos en un todo estructurado según determinadas leyes; todos estructurados como objetos de percepción. Esta corriente, surge como reacción en contra las teorías asociacionistas del conocimiento y el conductismo. Sus exponentes más reconocidos han sido los teóricos Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin. 

Una de las cuestiones que se plantea la escuela de la Gestalt  es cómo podemos diferenciar el fondo de la figura. A continuación, se exponen las características diferenciadoras de estos dos elementos:
En Gramática de la visión: percepción y pensamiento, Gaetano Kanizsa afirma que hay diferencias funcionales entre la parte que asume el carácter de forma y aquella que asume el papel de fondo. Según Kanizsa, “la figura tiene un carácter objetual, se una cosa, mientras que ese carácter se mucho menos pronunciado para el fondo. La figura tiene un aspecto más sólido, sus superficies tiene un color más compacto, aún cuando sucede que reflejen físicamente la misma cantidad y lo mismo tipo de luz que el fondo”. El fondo lo percibimos como un elemento amorfo, sin forma, somos incapaces de categorizarlo. 

Así mismo, si observamos una imagen, podemos afirmar que generalmente la figura “resalta” del fondo, por lo tanto  la mirada se centrará en este elemento y le prestamos más atención que al fondo. Además, la figura tiene un contorno y los márgenes que delimitan ésta no sirven para delimitar el fondo. Por otro lado, tal y como nos explica Julio Lillo en Psicología de la percepción “[...] la figura es más memorable que el fondo. Esto es, cuando la imagen de algo se percibe como figura, es más fácil de recordar que cuando se la percibe como fondo.” En términos de localización, la figura siempre la situamos delante del fondo y este último lo situamos detrás. 

Una vez establecidos las diferencias entre fondos y figura, la Gestalt estableció una serie de factores que nos facilitan la diferenciación entre fondo y figura. A continuación, se diferencian cada uno de estos factores:
Simetría
Simetría: tendemos a considerar con más facilidad un elemento como figura si este es simétrico en su eje vertical.
Convexidad: aquellas zonas convexas permiten ver la forma con más facilidad y diferenciarla del fondo.
Orientación: la articulación de la figura se produce con más facilidad en las orientaciones verticales y horizontales.
Áreas que rodean y áreas rodeadas: las áreas rodeadas tienen más facilidad para constituirse como figura.
Tamaño relativo: las áreas más pequeñas son consideradas más fácilmente figuras.

Contraste: las áreas con un mayor contraste en relación al contexto se perciben con más facilidad como figura.
Exclusividad: en una forma es muy difícil disgregar sus partes, las formas son totalidades. Si una figura se enmascara dentro de otra, la primera forma pierde su identidad y deja de existir.
Movimiento relativo: una figura en movimiento se percibe con más facilidad que cuando está quieta.
Proceso de exploración: nuestra mirada y por lo tanto, nuestra atención prioriza aquellos elementos más importantes y los considera como figura.
 Max Wertheimer (1880-1943), psicólogo considerado como un fundador de la corriente de la Gestalt, postuló una serie de factores que favorecen el agrupamiento y la unificación de los elementos como un todo. A continuación, se diferencian cada una de las leyes de unificación o de organización unitaria del campo perceptivo estudiadas por la escuela Gestalt:
•  Ley de la proximidad: “Whertheimer afirma que los elementos próximos tienden a ser vistos como constituyendo una unidad antes que los elementos alejados” cita Kanizsa. Por lo tanto, los elementos que están próximos entre ellos tienden a agruparse perceptivamente.
•  Ley de la similitud: los elementos parecidos tienden a agruparse perceptivamente.
•  Ley de la buena continuidad o de la buena curva: “los elementos que producen líneas rectas o curvas sudabas al ser conectados tienden a agruparse perceptivamente” explica Julio Lillo.
Ley de la simplicidad: también llamada pregnancia: “en cualquier situación tendemos a percibir las cosas de la manera más simples posible” explica Julio Lillo. Entendemos como “cualquier situación” un patrón de estimulación o campo visual.
Ley del cierre: tendemos a cerrar aquellas áreas que no están del todo acabadas o muy definidas.
Ley de la experiencia
Ley del movimiento común: los elementos que tienden a moverse conjuntamente  los identificamos como una unidad.
•  Ley de la experiencia: cuando nos afrontamos muchas veces a un mismo patrón de estimulación, identificamos con más facilitado los elementos.

Como hemos visto, la mente configura, a través de  leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas). En la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, la interacción que se establece tiene un carácter primario de los elementos que la conforman, y la suma de estos últimos por sí solos no podría llevarnos, por tanto, a la comprensión del funcionamiento perceptivo. Es por este motivo que el axioma con el cual se ha identificado la escuela de la Gestalt es “el todo es más que la suma de sus partes”.