Cuando analizamos una imagen o simplemente la observamos, somos capaces de diferenciar a simple vista una figura del fondo. Este proceso tan rutinario, tiene que ver con nuestra percepción, es a decir, en cómo asociamos o segmentamos los diferentes elementos que aparecen en nuestro campo de visión, o los diferentes estímulos que percibimos. El estudio de los factores relacionados con el agrupamiento y la segmentación perceptiva se inicia a principios del siglo XX en Alemania en la famosa escuela de psicología Gestalt. El término Gestalt proviene del alemán y se traduce generalmente como "forma". Esta escuela, cuyo nombre significa “forma” en alemán, basa su estudio en la percepción de la forma. Concretamente, su pensamiento se basa en la noción de totalidad como elemento básico del conocimiento perceptivo. Consideran que la experiencia es la conciencia perceptiva de una totalidad, o una Gestalt, e insisten, no en el análisis de elementos, sino en la organización de estos en un todo estructurado según determinadas leyes; todos estructurados como objetos de percepción. Esta corriente, surge como reacción en contra las teorías asociacionistas del conocimiento y el conductismo. Sus exponentes más reconocidos han sido los teóricos Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.
Una de las cuestiones que se plantea la escuela de la Gestalt es cómo podemos diferenciar el fondo de la figura. A continuación, se exponen las características diferenciadoras de estos dos elementos:
En Gramática de la visión: percepción y pensamiento, Gaetano Kanizsa afirma que hay diferencias funcionales entre la parte que asume el carácter de forma y aquella que asume el papel de fondo. Según Kanizsa, “la figura tiene un carácter objetual, se una cosa, mientras que ese carácter se mucho menos pronunciado para el fondo. La figura tiene un aspecto más sólido, sus superficies tiene un color más compacto, aún cuando sucede que reflejen físicamente la misma cantidad y lo mismo tipo de luz que el fondo”. El fondo lo percibimos como un elemento amorfo, sin forma, somos incapaces de categorizarlo.
Así mismo, si observamos una imagen, podemos afirmar que generalmente la figura “resalta” del fondo, por lo tanto la mirada se centrará en este elemento y le prestamos más atención que al fondo. Además, la figura tiene un contorno y los márgenes que delimitan ésta no sirven para delimitar el fondo. Por otro lado, tal y como nos explica Julio Lillo en Psicología de la percepción “[...] la figura es más memorable que el fondo. Esto es, cuando la imagen de algo se percibe como figura, es más fácil de recordar que cuando se la percibe como fondo.” En términos de localización, la figura siempre la situamos delante del fondo y este último lo situamos detrás.
Una vez establecidos las diferencias entre fondos y figura, la Gestalt estableció una serie de factores que nos facilitan la diferenciación entre fondo y figura. A continuación, se diferencian cada uno de estos factores:
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Simetría |
Convexidad: aquellas zonas convexas permiten ver la forma con más facilidad y diferenciarla del fondo.
Orientación: la articulación de la figura se produce con más facilidad en las orientaciones verticales y horizontales.
Áreas que rodean y áreas rodeadas: las áreas rodeadas tienen más facilidad para constituirse como figura.
Tamaño relativo: las áreas más pequeñas son consideradas más fácilmente figuras.
Contraste: las áreas con un mayor contraste en relación al contexto se perciben con más facilidad como figura.
Exclusividad: en una forma es muy difícil disgregar sus partes, las formas son totalidades. Si una figura se enmascara dentro de otra, la primera forma pierde su identidad y deja de existir.
Movimiento relativo: una figura en movimiento se percibe con más facilidad que cuando está quieta.
Proceso de exploración: nuestra mirada y por lo tanto, nuestra atención prioriza aquellos elementos más importantes y los considera como figura.
Max Wertheimer (1880-1943), psicólogo considerado como un fundador de la corriente de la Gestalt, postuló una serie de factores que favorecen el agrupamiento y la unificación de los elementos como un todo. A continuación, se diferencian cada una de las leyes de unificación o de organización unitaria del campo perceptivo estudiadas por la escuela Gestalt:
• Ley de la proximidad: “Whertheimer afirma que los elementos próximos tienden a ser vistos como constituyendo una unidad antes que los elementos alejados” cita Kanizsa. Por lo tanto, los elementos que están próximos entre ellos tienden a agruparse perceptivamente.
• Ley de la similitud: los elementos parecidos tienden a agruparse perceptivamente.
• Ley de la buena continuidad o de la buena curva: “los elementos que producen líneas rectas o curvas sudabas al ser conectados tienden a agruparse perceptivamente” explica Julio Lillo.
• Ley de la simplicidad: también llamada pregnancia: “en cualquier situación tendemos a percibir las cosas de la manera más simples posible” explica Julio Lillo. Entendemos como “cualquier situación” un patrón de estimulación o campo visual.
• Ley del cierre: tendemos a cerrar aquellas áreas que no están del todo acabadas o muy definidas.
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Ley de la experiencia |
• Ley de la experiencia: cuando nos afrontamos muchas veces a un mismo patrón de estimulación, identificamos con más facilitado los elementos.
Como hemos visto, la mente configura, a través de leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas). En la relación que tenemos con el entorno que nos rodea, la interacción que se establece tiene un carácter primario de los elementos que la conforman, y la suma de estos últimos por sí solos no podría llevarnos, por tanto, a la comprensión del funcionamiento perceptivo. Es por este motivo que el axioma con el cual se ha identificado la escuela de la Gestalt es “el todo es más que la suma de sus partes”.
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